sábado, 13 de julio de 2013

Puedes cuando crees que puedes. Artículo cargado de poder del magnífico Ambrosio Renovales

Nadie puede regalarte lo que por ti mismo has de lograr, pero tú te lo niegas cada vez que no crees –profundamente– que “puedes conseguirlo”.
Nunca pienses que “lo importante es intentarlo”, ni te conformes diciéndote “traté de hacerlo”. Porque si desde el principio tu fin no es otro que “intentarlo”, tú mismo te estarás
negando la certeza de alcanzarlo.
Lo importante es creer –siempre– que TÚ vas a poder. Y aun en el caso de no haber tenido éxito, no te disculpes con un “al menos lo intenté”.
Sé firme en creer que esta vez lo has procurado, pero que la próxima lo vas a conseguir.
No te compares a otros por su cuna, por sus idiomas, escuelas o maestros, por el país donde –sin quererlo– hayan nacido o por su capacidad de expresar lo que a ti tanto te cuesta.
No te compares por estas u otras cualidades. Debes tener la certeza de que ninguna de esas ventajas puede competir con la de un corazón que en cada latido se repite “puedo conseguirlo”. Nadie, por más preparación que tenga, puede nunca superar a quien “cree que puede” y ansía hacerlo.
Sé lo que has visto y las historias que te cuentan; cuánta desesperanza.
Sé que crees que no puedes elegir, pero a cada instante la opción está en tus manos; o echas la culpa al mundo o te sientes de ti mismo responsable.
Eliges cada vez que crees “no sé si puedo”.
Y eliges cada vez que te levantas y, aún cansado, te dices a ti mismo “voy a poder, este es mi turno”.
Eliges tu mirada sobre el mundo, y esa mirada tiene el poder de cambiar lo que es, o lo que parece ser, “la vida”.
Puedes, claro que puedes.
Puedes elegir entre la curiosidad o asumir las cosas que se tienen ya por ciertas.
Puedes cuestionar lo que otros han expuesto o empeñar tu vida en perseguirlo.
Puedes escoger entre repetir veinte veces el mismo año o disfrutar veinte veces de uno nuevo.
Puedes, claro que puedes.
Escucha recomendaciones y consejos, aprende de lo que los demás piensan de ti.
Pero jamás atiendas a las dudas sobre lo que puedes o no puedes conseguir.
Aprende. Cada vez que te mires a un espejo, sea en tus propios ojos reflejados o sea en el azogue de cómo otros te ven… aprende.
Crece cada día. Pero para ello has de atreverte.
No aprenderás nada importante en el sillón en que te sientes guarecido.
Para aprender has de buscarlo, saber que puedes conseguirlo, atreverte a dejar lo confortable.
Caminarás por modelos que no son tuyos, que de otros heredaste.
Sentirás deseos de doblegarte a las normas de esa tiranía.
Pero nunca te encojas de hombros, porque no te pertenece; esa es la herencia que tú –a tu vez– dispones para otros.
Y aunque la máquina sea grande y pesadas sus cadenas, piensa que puedes, siente que puedes y romperás esos mitos anticuados.
Y entonces, y bien cerca de tus metas, no habrá tan solo dudas, sino ardides y celadas, incluso de quien tanto quieres o de a quien tanto hayas amado.
Nadie es celoso de lo que aún es un proyecto, solo se envidia lo que está teñido por el éxito. Y aun así, no desistas de tu empeño.
Siente que puedes, a pesar de esa injusticia.
Trata al éxito, al “he podido”, con la misma displicencia que tratas al fracaso, nunca sucumbas ni con uno ni con otro.
Aprende de ambos, porque ambos son la misma cosa: el sentir que podías o el haber pensado que no podías hacerlo.
Tú elegiste, con tu actitud, lo que haya sido el resultado.
Y si así lo hicieras, hijo mío, habrás conquistado tu vida, habrás elegido en lugar de que otros te la impongan.

1 comentario:

  1. Estimada Miriam:

    Perdona mi atrevimiento al querer ponerme en contacto, pero no he visto otra forma. Además me siento identificada con el artículo que publicas.
    Durante toda mi vida he podido comprobar que "nadie puede regalarte lo que por ti mismo has de lograr", y ahora no quiero negarme el pensamiento de que “puedo conseguir” todo lo que me proponga. Por eso quiero intentar que me des la oportunidad de conocerme. Creo en mí y en lo que puedo aportar. Mi nombre es Marta Pardo y tengo 23 años. Siempre he sabido que el Marketing era mi vocación y cada vez que voy aumentando mi formación en la materia estoy más segura si cabe. Tengo experiencia, quizás no la necesaria, pero lo que si que tengo y me sobra son GANAS y MOTIVACIÓN.
    Vuelvo a citar el texto " Nadie, por más preparación que tenga, puede nunca superar a quien “cree que puede” y ansía hacerlo"

    No se si lo leerás, ya que es una entrada un poco antigua. De todas formas valía la pena intentarlo.

    Muchas gracias

    Un saludo

    Marta Pardo García // martapardogarcia1@gmail.com

    ResponderEliminar