Existen creencias
disfuncionales que no nos permiten afrontar el futuro que queremos.
La anécdota del elefante
El elefante del circo no se escapa porque
ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Al elefante
cuando es recién nacido si lo atamos con un cordel a una estaca, y empieza a tirar para escaparse, como ve que se hace daño en el cuello, decide
no seguir tirando. Cuando el elefante es mayor y se hace enorme y poderoso, tan
enorme que con tan sólo tirar, echaría abajo todo el circo, no tira del cordel porque tiene la creencia de
que se haría daño.
La creencia es una certeza
que en cierto momento de nuestra vida nos funciona, pero que en un futuro ya no
tiene necesariamente porque funcionar.
Vemos un espacio que marca
unos esquemas mentales y no se nos ocurre que haya nada más fuera de ese
espacio. No me cuestiono que las cosas puedan ser de otra manera.
Es importante saber que toda
creencia disfuncional sale a la luz como una sensación corporal. Imaginemos que
creo que soy pésima hablando en público y que tengo que dar una conferencia.
Mi cuerpo se pondrá tenso, sentiré ansiedad, respiraré con dificultad. En ese momento debería hacerme la siguiente
pregunta: ¿Qué me estoy diciendo a mí para sentirme así? Así la creencia
aflorará y podremos cuestionarla enfrentándonos a ella.
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